A LA CAZA DEL MUSO

¡Queridos lectores!

Hoy quiero hablaros de los Musos y las Musas.

No de la inspiración, sino de esas personas públicas o privadas que nos ayudan a atar el perfil físico de nuestros personajes.

Para el perfil psicológico y espiritual solemos utilizar a personas que nos rodean. Así que cuidado con acercaros demasiado porque nuestra mente siempre está funcionando. 

Cualquier persona que esté a nuestro lado puede verse reflejado en nuestras historias si le da por leerlas, pero tranquilos nunca diremos vuestros nombres y siempre especificaremos que es cosa del azar para librarnos en los derechos de copyright y así todos contentos.

Los gestos, la forma de hablar y pensar, de comportarse y actuar frente a un problema, los sentimientos que nos transmiten aquellos que están cerca, los desvaríos, las locuras, los abrazos, las caricias, los besos, los cafés a media tarde. Todo inspira. 

Sin embargo para el aspecto físico, casi todos los escritores acabamos utilizando a personajes públicos aunque tengan algún rasgo distintivo de quienes nos rodean. A mí personalmente me gusta jugar con eso. Incluir detalles, lunares, cicatrices, de personas cercanas.

E inventarme tatuajes para cada uno de mis personajes, con su propio significado, esa es otra de mis locuras de la que ya hablé anteriormente en este rincón.

Pero…¿En quién me inspiro a la hora de trabajar el perfil de un personaje?

Fácil.

Hay veces que antes de comenzar a trazar las ideas e hilvanar esa ficha de personaje que sigo punto por punto, ya tengo a alguien en mente. Otras sin embargo, he escrito incluso toda la obra, como sucedió con Susurros en Sachsenhausen, sin tener unos musos claros más que en mi cabeza, por lo que encontrarlos en Google para la promoción de la obra fue tarea imposible. 

Y se asemejarán, pero nunca llegarán a ser igual que las imágenes que bombardean nuestro cerebro una y otra vez. Eso está claro. Pero es que algunas veces, ni siquiera conseguimos que se parezcan un poquito y fastidia mucho.

Es por este motivo por el que después de tener algunos puntos claros, de cómo quiero que sean físicamente, desde hace muchos meses me lanzo a la piscina virtual en busca y captura de mis musos y musas antes de empezar a escribir el manuscrito. 

Así me es muchísimo más fácil trabajar las descripciones y tengo el trabajo hecho para el futuro por lo que me ahorro un montón de quebraderos de cabeza cuando llegue el tiempo (si llega) de promocionar tu obra.

¿Dónde encuentras a tus mus@s, Beka?

La respuesta es obvia para quienes ven fotos de ellos cuando me siento inspirada y juego con el Paint.

Televisión. Música. Tatuajes. Instagram.

Sí, soy así de simple. 

Gracias a la música y las bandas de death o metalcore que me gustan, le he puesto físico a varios personajes cuyas historias ya están escritas, o incluso a aquellas ideas que están por escribir.


Incluso uno de mis musos, o sus ojos más bien, fueron los culpables de toda una historia. Era algo que no me había sucedido nunca. Me topé de frente con esos ojos un 22 de Octubre, el día de mi cumpleaños, de improvisto, y decidí dedicarle una obra enterita. A ver si adivináis quién es…

Y sí, gracias a la televisión y a mis series preferidas, también. Soy una frikie de ciertas series, lo reconozco, y ver muchas y de diferentes temáticas es la mejor opción para encontrar al muso perfecto para tus historias. He conseguido poner rostro y cuerpo a muchos de mis protagonistas tanto femeninas como masculinos gracias a los personajes principales o secundarios de estas series de televisión.

Sons of Anarchy, Banshee, Vikings, Kingdom, The Fall, Juego de Tronos, The 100…

Son todos los personajes tan canallas y tan dulces a la vez, con tanto pasado y una historia rocambolesca detrás, con esa mezcla de rudeza, candor, estridencia y bohemia que tanto me gusta que…

Luego está Instagram, una gran plataforma para poder encontrar nuevos rostros. Sobre todo ahora que se lleva el estilo hipster, las barbas y los tatuajes. Así descubrí a Josh Mario John, y claro…me enamoré ¡Como para no!

¡Lo de Josh fue un flechazo! Fue verle y saber que casaba a la perfección con ese noruego tatuador y modelo que yo tenía en la cabeza. Aunque el chico sea canadiense, en mi cabeza es noruego y punto…

Al igual que su coprotagonista en mi historia, cuya musa es Sabina Kelley, que desde que la vi supe que era la compañera perfecta para él. Mi chica pin-up.

¿Y en qué me ayudan los tatuajes?

Solo diré dos palabras. Suicide Girls. Como Katherine Suicide más conocida como Rebecca Crow.

Modelos de tatuajes femeninas. Tatuadoras. Todo me sirve. Gracias a la Tattoo Convention de Londres, a la que asistí descubrí a varias modelos, y desde entonces las sigo por sus redes en Instagram. Sexys, inspiradoras y luchadoras.

Cervena Fox. Sabina Kelley.

Otras veces me cuesta mucho más rebuscar, pero al final siempre acabo encontrando a esos mus@s inspiradores que me ayudan a no decaer cuando la historia va tomando forma, cuando la trama avanza y las cosas se complican, cuando el número de caracteres se desbarajusta y los ánimos desfallecen.

Otras, me tropiezo con musos y musas cuyas imágenes guardo en una carpeta del ordenador porque sé que, quizá, en un futuro no muy lejano, es posible que los vaya a utilizar.

Como cierto marine noruego que ahora está muy de moda…xD

Y así, con mucho carácter y personalidad, con su belleza especial, irradian desde el fondo de pantalla de mi portátil y me gritan palabras de ánimo para que los dedos sigan tecleando con buen ritmo.

A veces incluso me entran calores y sonrisita tonta, porque claro escojo cada modelo y cada fotografía que…ejém…

Sé que los escritores que pasáis por aquí me entendéis a la perfección… Seguro que a vosotros y vosotras también os pasa… ¿no?

El trabajo de escritora es tan duro…Lo pasamos tan mal…Sufrimos un montón con nuestros personajes…

¿Verdad?

¡Contadme sobre vuestros mus@s! ¿Los encontráis antes o después de escribir?

Para muestra de algunos de los míos os dejo unos collages...








Músicos, actores, actrices, modelos, suicide girls…

¿Habéis adivinado quién es el muso con el que tropecé un 22 de Octubre cuyos ojos…?

Jijijijijijij

¡La inspiración está en todos lados!

¡Un abrazo!

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